Pensar que nunca imaginé lo que vivo ni lo que eh vivido… pensar en la intensidad que encierra un minuto… pensar que lo presente puede que no sea ni la décima parte de lo que será y lo que fue no es ni un cuarto de lo que es.
Y vuelvo a los minutos… minutos y quizás horas intensas, tristes, amargas, surreales, crudas, eufóricas y dichosas que marcan de algún modo nuestra existencia. El universo conspira y nos hacemos las victimas… ¿o el universo conspira y le seguimos el juego?… el juego de la vida, del ser o no ser… toma, lleva y trae buenos deseos desde ti para todos y desde todos para ti.
Pensar que nunca imaginé sentir el impacto de ser un alma libre que observa y aprende a jugar con el universo, que razona y escudriña los ¿porqués? de los ¿porqués?... y que escribe estas líneas pensado que a alguien le importa.
